miércoles, 2 de mayo de 2012

Qué será mejor: la vida o la muerte
























La vida es la que te da,
las penas y las alegrías,
si la vida te da la espalda,
cualquiera se desesperaría,

La mía me ha despreciado,
no la puedo perdonar,
estoy en varias veredas,
no se por cual voy a tirar.

La que de verdad tengo mas clara,
me causa pena tomar,
te dejas muchos recuerdos,
si vuelves la vista atrás.

Espronceda se desesperó,
y dijo barbaridades,
yo lo único que digo,
que Jesucristo me ampare.

Hace tiempo me desamparó,
éste que por las mañanas y noches yo rezo,
y yo quisiera preguntarle y, que me diga,
qué es lo malo que yo he hecho.

Dios mío yo me pregunto,
por qué me encuentro yo así,
muchas veces me desespero,
preferiría morir.

Estoy más  muerto que vivo,
circunstancias de la vida,
¿no es para desesperarse,
todos los días sentado,
en esta maldita silla?

Yo no culpo a nadie,
de esta vida que he tenido,
lo que le digo siempre a Dios,
que no tenía que haber nacido.

Mientras hay vida, hay esperanza,
eso siempre así se ha dicho,
para mí esas dos cosas no
existen, han desaparecido.

Nadie prefiere la muerte,
por que todo se terminaría,
hay momentos de desespero,
y sin pensarlo mucho,
de verdad, la preferiría.

Dicen que la salud,
es lo principal, estamos equivocados,
el dinero a mi me arreglaría problemas,
que están muy desbaratados.
















El dinero no es salud,
pero es felicidad, 
si tienes padrinos te bautizas,
y si no morito te quedarás.

Este refrán que siempre se ha dicho,
que el pez grande, se come al chico,
es más que pura realidad,
el poderoso abusa del pobre,
no respetan la igualdad.


Por estas cosas y muchas más,
me tengo que desesperar,
como se desesperó Espronceda,
la vida es muy problemática,
creo que nadie lo ha podido evitar.

A la gloria van los buenos,
al infierno van los malos,
así lo creemos todos,
y en esta maldita vida,
dónde están esos seres,
que se suelen llamar humanos.

Dios fue el que nos dió la vida,
y el que nos la tiene que quitar,
por eso estas dos cosas, las voy a respetar,
habrá quien diga, que lo que estoy diciendo,
es una barbaridad, pero el pensamiento,
es libre y la cabeza no para de cavilar.

Yo no desprecio la vida,
ella me ha despreciado a mi,
no sé si me lo he merecido,
lo único que quiero ser, en este mundo feliz.

Nunca le he hecho daño a nadie,
tengo buenos sentimientos,
a veces me llora el alma,
me llora el alma, muy dentro.

La soberbia y la maldad,
te hace ver cosas que no son,
por qué somos así,
si podemos ser mejor.

A veces una palabra,
duele más  que si te clavan un puñal,
de doble filo, por qué somos así,
debiéramos ser sinceros,
por qué somos así, si eso no cuesta ni dinero.

No hay que dar muchas vueltas,
a  lo que voy a decir,
para vivir de esta forma,
es preferible morir...

© José Corrales Ardila