jueves, 21 de abril de 2011

A NUESTRO AMIGO L U L Y

A lo largo de la vida, el hombre no ha parado de inventar artilugios, maquinarias, siempre con ideas de mejorar la situación, aunque muchas veces se haya equivocado, por ejemplo las armas para matar, como bombas, metralletas, para hacer las guerras, paz si, guerras, no. Hace miles de años, el hombre con su inteligencia, creó grandes naves para navegar por alta mar durante meses, hubo grandes marines en todo el mundo, los Españoles llegaron a descubrir un nuevo mundo como así decía y así fue, descubrieron nuevas tierras, como América que entonces muchos desconfiaban que existiera ese continente. Muchos años después, se propuso el hombre inventar algo, para poder volar, fueron muchos experimentos, muchos fallidos, pero al final ha sido un logro increíble, hoy día, hay aeronaves inmensas, voluminosas, parece imposible que pudiesen volar esas moles con tantísimo peso, pues hay están: y no solo volar de país, a país, si no que pronto aquel que pueda y quiera podrá viajar a la Luna, o a Marte,.

Han sido tantos los logros conseguidos por el hombre, que si nuestros antepasados volvieran a vivir, al ver tantos adelantos se sorprenderían y a la vez no se sabe la reacción que tendrían, quien iba decir que íbamos a poder hablar con un aparatito tan chico como es el teléfono móvil, a cualquier país del mundo, incluso ver la imagen, o ver cualquier acontecimiento por televisión en directo desde cualquier punto del mundo, en verdad la tecnología es infinita, quien sabe lo que queda por descubrir, por lo que estamos viendo nada es imposible y “si es la informática”, esto sí que es infinito, estamos en un camino muy largo donde nunca encontraremos su terminal. Después se quiso volar en solitario y, ¡mira si se consiguió!, con el ala delta, el parapente, fueron muchos los que quisieron inventar algo para poder hacerlo, algunos con más o menos ideas, pero cada uno puso su granito de arena para conseguirlo, hasta aquí en nuestro, vecino pueblo de Benamahoma, había dos hermanos uno era Fernando Fernández Izquierdo y, Diego, pues tanto Fernando, como Diego eran dos hombres con talento y eran unas manitas para, todo lo que hacían y los dos se sumaron a este invento de querer volar, como digo, eran dos hombres muy ingenuos y entre los dos se inventaron unas alas para poder acoplarlas a los brazos para moverlos de arriba abajo y así conseguir volar.

Entonces en Benamahoma por aquellas fechas había un buen hombre muy querido por el pueblo que se llamaba Andrés, cuando tenían sus alas a punto, un buen día llaman a Andrés y le dicen, mira lo que hemos inventado, tu vas a ser el primero que vas a volar, ya te hemos preparado desde donde tienes que saltar, Fernando y Diego, tenían un molino y una huerta con un nogal muy grande, así que le dijeron, te vamos a poner las alas y te subes al nogal lo mas alto que puedas, te pones de pie en la rama y cuando saltes mueves los brazos de arriba a bajo todo lo mas rápido que puedas y ,te apozas en las hazas de tomas esto esta conforme se entra a Benamahoma antes del Bugio a la derecha y ellos tenían el molino por debajo de la curva que esta la fuente, pero acabando de saltar las alas fallaron y Andrés calló de picado debajo del nogal menos mal que había una pila de estiercol y le amortiguo la caída, que si no, no se sabe que fuese sido del pobre Andrés así que no pudo aterrizar, menos mal, pero ellos lo intentaron y no iban mal encaminado, estas personas vecinos de este paraíso de la sierra como es (Benamahoma) siempre lo llevaremos en nuestra memoria, nunca se pueden olvidar a la buena gente.

En nuestro pueblo con este escrito quiero homenajear este gran aficionado a volar con ala delta, José Luis Pérez Pérez, persona muy querida en nuestro pueblo, alias el (Luly) ya que es un gran aficionado a este deporte de gran riesgo como es volar con estos aparatos, aunque estén conseguidos a la perfección, siempre hay que tener el máximo cuidado, nuestro amigo ya es un experto y no creo que ningún día tenga que hacer un aterrizaje forzoso, como lo hizo nuestro apreciable y querido hombre, como fue Andrés debajo del nogal.

Yo me supongo que esto de volar tiene que ser maravilloso, un silencio, y una libertad absoluta yo he soñado muchas veces que volaba majestuosamente, pero eso solo queda en un sueño pero hacerlo en realidad, tendrá que ser una diferencia total, pero ya, ni he volado ni volare nunca jamás, al no ser que nuestro poderoso dios hiciera un milagro. Amigo José Luis te felicito y, te deseo los mejores logros, con tu ala delta, yo te voy a dedicar como mejor pueda defenderme, ya que no soy ningún escritor experto este poema…

A ti que tanto te gusta volar con ala delta,

seguro es tu gran afición,

seguro que te ha salido,

muy dentro del corazón.


Para todo lo que se practica,

hay que tener afición,

esto que a ti tanto te gusta,

es digno de admiración.

No sé quien invento el ala delta,

no he conseguido enterarme,

Algún día me enterare,

y hay que felicitarle.



Si a ti te gusta volar,

siempre te gustara,

vuela, vuela buen amigo,

porque para ti es felicidad.


Para volar hace falta,

un ala delta y valor,

y eso ya tú lo tienes,

vuela, vuela campeón.

Luly sigue, sigue adelante,

que esto de volar te emociona,

para colmo tu compañera,

tiene un bonito nombre, que vuela, Paloma.


Voló la paloma mensajera,

voló la paloma de la paz,

y tú sigue volando Luly,

que tu recuerdos en la historia dejaras.


Si volar te da alegría,

si volar es tu afición,

no dejes de volar amigo Luli,

vuela, vuela campeón.


Vamos a homenajear,

a este gran inventor,

que fue John Dickenson,

para que vueles tú campeón…


© José Corrales Ardila - Abril de 2011